Bolsas de papel de asa retorcida o rizada.
Una bolsa de papel personalizada de asa retorcida o rizada es un tipo de bolsa de compra que tiene dos asas retorcidas o rizadas en lugar de asas planas. Estas asas están formadas por una tira de papel que se enrolla sobre sí misma para crear una forma retorcida o rizada.

Las bolsas de papel de asa retorcida o rizada son las más habituales en los comercios españoles, estas bolsas ofrecen la misma capacidad y resistencia que las tradicionales bolsas de plástico.
Todas nuestras bolsas de papel son 100% personalizables, desde una impresión sencilla de tu logotipo o marca, hasta la personalización del asa hasta añadir un fondo de color.
La bolsa de papel personalizada con asa retorcida o rizada es un gran soporte publicitario, proyecta la imagen de marca del comercio e incrementa el servicio a sus clientes entregando el producto en perfectas condiciones. Ofrecemos la bolsa más adecuada para sus necesidades.


El precio varía principalmente según el tamaño de la bolsa, el número de colores de impresión y la cantidad solicitada. Para producciones grandes (a partir de 1.000 unidades), la impresión flexográfica suele ser la opción más económica. Si necesitas menos cantidad, podemos utilizar impresión digital, aunque en tiradas pequeñas el coste por unidad tiende a ser un poco más elevado. Lo mejor es solicitar un presupuesto personalizado para conocer el coste exacto en cada caso.
Sí. Antes de fabricar las bolsas, nuestro equipo de diseño elabora un boceto previo o una maqueta digital con el arte final. De esta forma, puedes revisar el resultado, verificar que todo esté en orden y solicitar cualquier modificación o cambio que consideres necesario. Una vez que estés conforme, procederemos con la producción de tus bolsas.
El cliché es la plancha de fotopolímero que transfiere la tinta al papel durante la impresión flexográfica. Para crearlo, primero se elabora un fotolito con el diseño deseado; este fotolito se utiliza para fabricar el cliché, y puede reutilizarse en futuras impresiones siempre que no se modifique el diseño.
En el caso de las bolsas de papel, la impresión suele realizarse directamente sobre una bobina antes de que esta se corte y confeccione para formar la bolsa. Esto permite imprimir grandes tiradas con rapidez y precisión. Una vez impresas, las bobinas se transforman en bolsas terminadas, añadiendo los pliegues, asas y cualquier otro detalle necesario.
Impresión digital: aproximadamente entre 7 y 10 días laborables.
Impresión flexográfica: suele rondar los 30 o 40 días, ya que se trata de un proceso más económico, pero con tiempos de producción más largos.